viernes, 16 de noviembre de 2012

Kashiri Nashi: joven soprano asháninka es promesa de la lírica peruana
Por: Cecilia Podestá vía Diario16
cpodesta@diario16.com.pe


Decir que una sola voz puede lograr que caiga sobre nosotros un atardecer increíble, de esos en el que el sol parece enredarse entre las ramas de los árboles podría sonar a un sueño en palabras exageradas que describan el movimiento lento de un bote sobre el río y sus pirañas.
 
Sin embargo, para quien nunca pisó la selva, la voz de Yessica Sánchez Comanti será Caronte en una barca en la que los sentidos se rindan a su canto. Sí, Caronte podrá cantar y llevar lo que quede de nuestras almas al más recóndito lugar o sonido de su voz. Pero cuando volteemos a ver, Caronte será solo una muchacha de apariencia frágil, y no habrá a dónde ir más que a las tardes inexistentes que su voz nos trae.
La belleza y la tristeza de un canto asháninka
Yéssica Sánchez Comanti nació en la comunidad indígena de Poshanari, Mazamari, en Junín. Su nombre indígena es Kashiri Nashi que significa Luna Mía. Fue literalmente descubierta por el el director de orquesta y musicólogo peruano Abraham Padilla, quien buscaba en medio de la selva, una voz que representara al pueblo asháninka para incluirla en la producción de una película. Después Padilla grabó a Yéssica Sánchez entonando las viejas canciones que aprendió durante su infancia, marcada por la violencia terrorista que sufrió la población indígena entre la década de 1980 a 1990.
Desde ese primer encuentro, las cosas parecieron ser bastante claras. Ella tenía talento, mucho trabajo por hacer y una profesión a la qué dedicarse con pasión. Padilla debía conducirla y convertir ese mismo talento en una voz que todos pudiéramos admirar. Ambos iniciaron una estrecha colaboración mutua. Pronto Padilla incluiría a la joven en conciertos de música clásica, a los que ella sumó el canto en su dialecto original.
La agudeza de la tradición
Un canto asháninka podría ser entonces en la voz de esta mujer un acto luminoso, único y tan bello como triste dentro del tiempo de su propia representación, eterno dentro de su brevedad. Y claro, intenso y no menos doloroso.
 
Poco después de que los roles se marcaran, es decir, Padilla como maestro de Yéssica y ella como una joven aprendiz, Lima se convertiría en un caos o en un monstruo de mil cabezas a la que tendría que acostumbrarse. Lo hizo. La joven asháninka empezó a componer sus propias canciones y a traducirlas, buscando en ellas la reflexión sobre la domesticación de un hábitat tan complejo y delicado como la Amazonía y la profunda relación entre los seres humanos y su entorno reforzando la cosmovisión amazónica en la naturaleza.
“Kashiri Nashi es un homenaje al ciudadano que se nutre de la fuerza amazónica y de la plenitud de las naciones originarias que entregan sus tradiciones. Un recital de maniquerensis –es decir de cantos tradicionales- será siempre un retorno a las raíces de un pueblo y a las mismas danzas y canciones aprendidas durante la infancia.
Ahora estos cantos son interpretados por una joven soprano, que narra con su voz y su canto la historia de su propio pueblo, convirtiéndose en promesa de la lírica peruana. Nos hallamos entonces ante un universo sonoro por descubrir en la voz joven y desbordante de Kashiri Nashi, nombre que también se le da al recital de cantos asháninkas que presentará el ICPNA el 20 de noviembre a las 7:30pm. en el auditorio principal de su sede de Miraflores.
 
Grabará un disco
El próximo año Sánchez Comanti presentará su primera producción, con recopilaciones de su tradición musical oral y composiciones propias. Será además única en su género, en palabras de los críticos, por representar un documento de tradición oral.
Durante la noche del recital el himno nacional seré interpretado en aymara y asháninka. La acompañan Zenobia Bautista Huamán, joven vientista de la Comunidad Musical Los Jaukas, en la que toca el siku cromático, chillador, tarkatayka, pinkillo, siku malta, y Ríber Oré Ramírez, importante concertista de guitarra de formación clásica quien ha desarrollado por tradición familiar un agudo conocimiento en el repertorio tradicional andino que lo caracteriza por su ejecución diáfana, precisa y sutil.
 
¡Faltar es imposible!
 
EL DATO
Martes 20 de noviembre 2012
Auditorio ICPNA de Miraflores
7:30 PM. Boletería. 10 soles.
 

viernes, 26 de octubre de 2012

Gustavo Faverón: La importancia de Villarán

Gustavo Faverón: La importancia de Villarán: ... No cabe duda de que el operativo ordenado por la Municipalidad de Lima para cerrar el acceso de camiones a La Parada estuvo mal organiz...

jueves, 11 de octubre de 2012

Análisis del impacto de la aplicación del DS 021-2009-VIVIENDA en la gestión de las EPS - SkyDrive

Análisis del impacto de la aplicación del DS 021-2009-VIVIENDA en la gestión de las EPS - SkyDrive

Análisis del impacto de la aplicación del Decreto Supremo N° 021-2009-VIVIENDA en la gestión de las EPS
El Perú concentra entre el 60% y el 70% de las especies de todo el planeta. Paradójicamente es también uno de los que menos trata las aguas residuales e industriales. Según la SUNASS, en el Perú, a fines de 2007, el 63,6% de la población urbana total tuvo servicio de alcantarillado administrado por empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS); el resto fue administrado directamente por las municipalidades o a través de operadores especializados en pequeñas ciudades, comités de agua o simplemente no contaban con dicho servicio.
Durante ese año los sistemas de alcantarillado recolectaron aproximadamente 747,3 millones de metros cúbicos de aguas residuales. De ese volumen, sólo 29,1% ingresaron a un sistema de tratamiento de aguas residuales, muchos de los cuales con deficiencias operativas y de mantenimiento, y el resto se descargó directamente a un cuerpo de agua (mar, ríos o lagos), se infiltró en el suelo o se usó clandestinamente para fines agrícolas. Es decir, al menos 530,0 millones de metros cúbicos de aguas residuales pasaron a contaminar los cuerpos de agua superficial que se usan para la agricultura, pesca, recreación e incluso para el abastecimiento de agua potable. A ello se suma la contaminación por fuentes mineras e industriales, lo que constituye un escenario que pone en peligro la salud pública, genera deterioro de ecosistemas, produce limitaciones en algunas actividades económicas e incrementa los costos de tratamiento del agua para fines de abastecimiento poblacional.
Sin duda, uno de los problemas que afecta directamente la eficacia de las PTAR, lo constituye el ingreso de efluentes industriales a los sistemas de alcantarillado, cuya carga orgánica y otros elementos como metales pesados, ácidos y bases generan sobrecarga en las unidades de tratamiento y afectan negativamente los procesos biológicos de depuración.

La descarga de una industria puede equipararse a varios cientos o miles de personas y la normatividad anterior, que databa del año 1960 y se limitaba a cinco parámetros de control (temperatura, carga orgánica, sólidos totales, PH y aceites y grasas), era insuficiente como herramienta de control. Por eso el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento ha impulsando la creación de la norma que regula los Valores Máximos Admisibles (VMA) para descargas de efluentes no domésticos al sistema de alcantarillado a través del Decreto Supremo Nº 021-2009-VIVIENDA publicado el 20 de noviembre del 2009, con el propósito de evitar trasladar el sobrecosto de tratamiento al usuario común.

Se debe reconocer que éste es un problema general, existiendo diversas disputas de carácter socio ambiental a nivel nacional debido a la débil capacidad que tienen las EPS y las autoridades ambientales para controlar los impactos negativos que producen las descargas de desagües no domésticos a los sistemas de alcantarillado sanitario. Por ello, se requiere de un fortalecimiento urgente de las capacidades de las EPS, gobiernos locales, regionales y demás Entidades competentes para la correcta aplicación y cumplimiento de lo que establece la nueva normatividad.

Establecido el ordenamiento de la legislación al respecto, este tipo de problemas podrán ser corregidos en tanto confluya la suficiente voluntad política para el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental y, cómo no, la participación activa y responsable de la sociedad civil organizada para alertar de estas graves afectaciones y exigir el cumplimiento de los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) y Valores Máximos Admisibles (VMA) por parte de los agentes de mercado y de las autoridades encargadas.

 

lunes, 20 de agosto de 2012

Aqui, a media hora del litoral limeño: lobos de mar en las Islas Palomino, Callao

viernes, 10 de agosto de 2012

Ingeniería hidráulica y desarrollo agrícola de los Incas

Los Incas y su dominio de la hidráulica
Los antiguos peruanos desarrollaron obras hidráulicas impresionantes en sus centros urbanos y agrícolas, sistemas que incluían canales, fuentes, sistemas de drenaje y de riego expansivo. La infraestructura implementada en ciudades como Machu Picchu y el sistema de abastecimiento de agua han alcanzado reconocimiento internacional como grandes obras de arquitectura e ingeniería de la civilización inca.
Los incas construyeron los canales utilizando piedras labradas para los canales riego. La mayoría de los ciudadanos trabajaron en la construcción y mantenimiento de los sistemas de canales de riego, utilizando herramientas de bronce y piedra para completar los canales de piedra a prueba de agua. El agua viajaba a través de los canales de manera escalonada, reservando la primera fuente de agua para el emperador.

Desarrollo agrícola
Se puede afirmar, sin lugar a dudas, que los incas implementaron el sistema agrícola más avanzado de la América pre colombina, lo cual se comprueba al analizar la variedad de productos, la tecnología y los rendimientos. La agricultura del Tahuantinsuyo tuvo el gran mérito de adaptarse y desarrollarse en un medio geográfico que, a primera vista, no ofrecía las mejores condiciones para la agricultura.
Ellos dominaron diversas técnicas de cultivo, las cuales las iban dispersando a medida que se fueron expandiendo. Tenían diversos instrumentos de labranza, el principal es la Chakitaqlla que hasta ahora es utilizado en la sierra peruana. Utilizaban el cultivo especializado, así había zonas donde sólo cultivaban coca, otras donde sólo cultivaban ají. Cochabamba en Bolivia era la zona agrícola por excelencia para los cereales, ahí había grandes cultivos de quinua y kiwicha.

Los Incas tenían técnicas de abonado de los cultivos, con el guano de las islas, también con el guano de su propio ganado. Además de poseer una técnica llamada Waru Waru que consistía en rodear los cultivos con agua, para evitar las heladas en la cordillera. 

Los Andenes
Los andenes fueron otra técnica utilizada por los incas para cultivar aprovechando las laderas de los cerros, a manera de terrazas que se iban irrigando con acueductos. El relieve montañoso donde habitaba la mayor parte de la población del imperio, fue aprovechado mediante la construcción de innumerables terrazas de cultivo que permitieron utilizar las laderas de las montañas andinas. Estas escaleras gigantes, erigidas sobre terraplenes con muros de contención de piedra, evitaban que las lluvias arrastraran la tierra y sus cultivos al fondo de los valles.
En estas terrazas agrícolas se podían obtener hasta tres cosechas anuales, sobresaliendo el maíz, camote, pallares, calabazas, maní y quinua entre otros cultivos. Para regar sus cosechas, derivaron el cauce de los ríos mediante acueductos que irrigaban los andenes. Esta inovación fue tan exitosa que muchas de aquellas terrazas todavía existen y están en uso hoy.
Las técnicas agrícolas que usaron los incas, en su mayoría, eran técnicas heredadas de otras culturas preincaicas. Los sistemas de riego, métodos de aprovechamiento de la tierra y otros métodos de cultivo agrícola, se practicaban, en muchos casos, en las tierras de los pueblos conquistados por el Tahuantinsuyo.